lunes, 9 de agosto de 2010

_extensión de nuestro sistema nervioso central_



Cuando Mc Luhan, promediando la década del 60, llamó por primera vez la atención del público, hubo quienes interpretaron que lo que el hacía era promover el fin de la cultura del libro para propiciar la era de la televisión. Pero en realidad, lo que él hacía no era sino advertir sobre el poderoso potencial del nuevo medio. Se sabe que en su vida privada, Mc Luhan rechazaba a la TV a tal punto que le pedía a su hijo que impidiera que sus nietos la vieran. En efecto, llamó a la TV, "el gigante tímido" y pretendía promover una concientización respecto a su enorme poder.

El pensamiento de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación se inicia a partir de las siguientes ideas:

1. Somos lo que vemos

2. Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman

En esta línea, podría afirmarse, que veía en los medios antes agentes de "posibilidad" que de "conciencia", esto es que podrían los medios compararse a caminos y canales antes que obras de valor artístico o modelos de conducta a seguir.

Es habitual que pensemos que los medios no son sino fuentes a través de las cuales recibimos información, pero la concepción de Mc Luhan era que cualquier tecnología (todo medio) es una extensión de nuestro cuerpo, mente o ser. Los medios tecnológicos son entendidos como herramientas que extienden las habilidades humanas, del mismo modo que una bicicleta o un automovil son una extensión de nuestros pies... la computadora sería una extensión de nuestro sistema nervioso central.
La famosa frase "El medio es el mensaje" nos lleva a la preguntarnos qué es el medio y qué es el mensaje.

Así como el medio es entendido como una extensión del cuerpo humano, el mensaje no podría ser entonces simplemente reducido a "contenido" o "información", porque de esta forma, excluíriamos algunas de las características más importantes de los medios: su poder para modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. En esta línea, Mc Luhan definirá al "mensaje" de un medio como todo cambio de escala, ritmo o pautas que ese medio provoque en las sociedades o culturas. De esta forma, el "contenido" se convierte en una ilusión, en el sentido que este se encuentra enmascarado por la intervención del medio (la mediatización).

Medio y mensaje fucionan en pareja puesto que uno puede contener a otro: el telégrafo, contiene a la palabra impresa, que contiene a la escritura, que contiene al discurso... y así, por lo que el contenido se convierte en el mensaje del medio continente.

Habitualmente no notamos que existe interacción entre los medios y dado que su efecto en nosotros en tanto audiencia suele ser poderoso, el contenido de cualquier mensaje resulta menos importante que el medio en sí mismo.

_Cosmismo ruso_


Cosmismo ruso

En Rusia están todavía muy arraigadas en su conciencia colectiva las concepciones cósmicas del mundo (del tiempo, del espacio, de la historia, etc.), que ha venido manifestándose de formas diversas en las tradiciones, el folclore, las crónicas, y después en la literatura, la filosofía y la ciencia. El cosmismo ruso puede ser considerado como una tendencia filosófica, consolidada a finales del siglo XIX, que pretendió dar una explicación del fenómeno de la vida sobre la tierra y de la actuación y misión del hombre como manifestación perfeccionada de la misma.

Uno de los conceptos claves del cosmismo es el de bogochelovechestvo (teohumanidad), elaborado por la filosofía religiosa rusa y especialmente desarrollado durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX por autores como Solovev, Berdiaev, Trubetskoi, Karsavin, etc. Enlaza con el estudio cristiano de la unidad de lo divino y lo humano en la naturaleza de Jesucristo. Cristo es interpretado como la Unidad, síntesis de lo divino y lo humano en la Tierra. Esta idea está relacionada con el concepto de vseedinstva (unidad total), que puede ser entendido como conocimiento total, global, o concepción única del mundo. Sobre la idea de vseedinstva escribieron diversos autores, entre ellos Solovev, Serguéi Bulgákov, Karsavin, Florenski, Zenkovskii, Kiriievski, Jomiakov, etc.

En el concepto vseedinstva (unidad total) el hombre es considerado como la unión de la manifestación de lo divino con la naturaleza material, con lo terrenal. La creación, como obra del dios Yahvé, está revestida de divinidad. El hombre como parte de la creación es a la vez creación divina e intermediario entre Dios y la naturaleza, entre Dios y la historia terrenal, de la que forma parte. El hombre en sí no es nada, sólo llega a ser persona, a considerarse a sí mismo persona, hombre, en la medida que toma conciencia de su pertenencia a una personalidad cósmica.

Se considera a Nikolai Fyodorovich Fyodorov como el fundador de la filosofía cosmista rusa. Sus ideas filosóficas, aunque influyeron de manera significativa en Tolstoi, Solovev, Tsiolkovsky y Dostoyevski, etc., eran apenas conocidas por un número reducido de amistades y alumnos, manteniéndose desconocidas para el público en general. Sólo después de su muerte sus trabajos fueron recogidos en dos volúmenes y publicados por primera vez en 1906 bajo el título de Filosofiia obshego dela (filosofía de la causa común). Las ideas filosóficas de Fyodorov crean un sistema filosófico globalizador en el que el hombre, la Tierra y el cosmos, son interpretados como algo interrelacionado e interdependiente.

Para Fyodorov, el principal problema con el que se enfrenta la humanidad es el de la violencia. Esta situación es a su vez consecuencia de la situación de dependencia total del hombre con respecto a la naturaleza, que lo somete a las leyes de la muerte y del "final" konechnosti (finitud). En esa situación cada persona, cada comunidad, cada pueblo, se plantea el problema de la supervivencia de una manera aislada con respecto a los demás, toda vez que condicionado por esa situación de dependencia, el hombre debe preocuparse antes de nada por su propia conservación y perpetuación, lo que genera una tendencia egoísta e individualista hacia el aislamiento.

Para que la humanidad pueda superar esta tendencia, debe tomar conciencia de su situación de dependencia con respecto a las fuerzas de la naturaleza y unirse para su superación. El hombre, con su capacidad para el razonamiento, debe conocer los secretos de las fuerzas de la naturaleza y vencerlos, regularlos en beneficio de la humanidad. El conocimiento de las fuerzas de la naturaleza y su regulación llevará incluso al hombre a dominar la muerte.

El Cosmismo se centra en varias cuestiones fundamentales: la regulación de los fenómenos atmosféricos, el control del movimiento de la Tierra y la conquista de "nuevas tierras" en el cosmos, el restablecimiento de la vida a los antepasados. La muerte, según Fyodorov, es un fenómeno temporal, causado por la falta de conocimiento de la naturaleza y de autoconocimiento del propio hombre. Según Fyodorov el hombre está llamado a dominar la naturaleza, a dirigirla, y con ello procurar el bien a la humanidad. Pero el hombre no actúa únicamente por su propia voluntad, sino que, como parte de la naturaleza, como parte divina de la creación, completa a través de él el acto mismo de la Creación y permite al hombre convertirse en coprotagonista de la Creación. La Creación adquiere así un carácter continuo, no acabado. Dios a través del trabajo del hombre continúa la obra de la Creación. El hombre se convierte en protagonista activo de la Creación como manifestación de la divinidad. La Creación debe ser conducida a su culminación, que implicará el dominio de la naturaleza, de sus fuerzas, el dominio de la Tierra.

Pero la humanidad no debe limitarse solamente a conseguir el control de la naturaleza terrestre, sino que, al ser la tierra parte del cosmos, el hombre debe aprender a controlar el sistema solar y todo el cosmos. La actividad humana no debe limitarse a los límites del planeta tierra, porque la salida al cosmos vendrá a satisfacer el interés general, el interés común, ante el rostro de las fuerzas cósmicas cesan todos los demás intereses: personales, de clase, nacionales; sólo un interés no se olvida: el interés general de todas las gentes, es decir, de todos los mortales. Desde este punto de vista la actividad del hombre toma una nueva dimensión que ya no es sólo terrenal, sino cósmica y entra en una era de madurez expresada en las palabras de Tsiolkovsky: «La Tierra es la cuna del hombre, el cosmos es su casa».

A primera vista los escritos e ideas de Fyodorov (pensemos sólo en una de sus ideas principales: la resurrección de los muertos) se nos presentan como un cúmulo de ideas absurdas, barbaridades y herejías del cristianismo; aspiraciones irrealizables, utópicas, de construcción de un mundo feliz, del Reino de Dios en la Tierra. Sin embargo, estas ideas absurdas y en muchos casos incoherentes dieron frutos realmente sorprendentes. Con su influencia sobre filósofos y científicos, las ideas de Fyodorov impulsaron el desarrollo de la filosofía y el desarrollo teórico y práctico de ramas concretas de la investigación científica soviética, como fue el caso del programa espacial soviético, al tiempo que sus teorías se convirtieron en parte de los soportes éticos de la ciencia soviética.

Según el cosmismo la ciencia y la tecnología se convierten en factores fundamentales de progreso, pero en un sentido diferente al de la cultura occidental. La ciencia está cargada de valores morales y su único objetivo es hacer el bien, estar al servicio de la humanidad, ayudar al hombre a vencer el mal y vencer el estado de imperfección y de sometimiento en que se encuentra con respecto a la naturaleza. La ciencia es considerada, no como un instrumento para conseguir el bien, sino que la ciencia lleva en su esencia, como componentes innatos a ella, el bien y el mal. Al igual que el hombre conoce el bien y el mal, pero dispone del libre albedrío para hacer el uno o el otro, aunque como criatura de Dios tiende a hacer el bien, la ciencia llevando en su seno el bien y el mal, como creación del hombre tiende por principio a hacer el bien. Con la ciencia el hombre puede alcanzar el estado máximo de felicidad. La ciencia ayudará al hombre a destruir a su mayor enemigo: la muerte.

_Noosfera_


Noosfera o noósfera (del griego noos, inteligencia, y esfera). El diccionario de la Real Academia Española lo define como «conjunto de los seres inteligentes con el medio en que viven»
Vladimir Ivanovich Vernadsky elaboró la teoría de la noosfera como contribución esencial al cosmismo ruso. En la teoría original de Vernadsky, la noosfera es la tercera de una sucesión de fases del desarrollo de la Tierra, después de la geosfera (materia inanimada) y la biosfera (vida biológica). Tal como la emergencia de la vida ha transformado fundamentalmente la geosfera, la emergencia de la cognición humana transforma la biosfera. En contraste con las concepciones de los teóricos de Gaia o de los promotores del ciberespacio, la noosfera de Vernadsky emerge en el punto en donde el género humano, mediante la maestría en los procesos nucleares, empieza a crear recursos mediante la transmutación de elementos.

La teoría de la Noosfera sería recogida más tarde por el teólogo cristiano Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955). Teilhard explica la noosfera como un espacio virtual en el que se da el nacimiento de la psíquis (noogénesis), un lugar donde ocurren todos los fenómenos (patológicos y normales) del pensamiento y la inteligencia.

Para Teilhard, la evolución tiene igualmente 3 fases o etapas: la geosfera (o evolución geológica), la biosfera (o evolución biológica), la noosfera (o evolución de la conciencia universal). Esta última, conducida por la humanidad, alcanzará la última etapa de la evolución en la cristósfera. También entiéndase que la noosfera es el estrato que conduce la energía liberada en el acto del pensamiento. Está a la altura de las cabezas humanas interconectando toda la energía del pensamiento y generando la conciencia universal.