domingo, 6 de marzo de 2011

:::SACRIFICIO ELEMENTAL:::::

:::FUEGO OSCURO::::

:::VISLUMBRES COSMICOS::::

:::PROFETIZANDO LA LUZ:::

:::SORTILEGIO NOCTURNAL::::

:::INVOCACIÓN DE LOS ANCESTROS LUMINOSOS::::

::::VISIÓN ANCESTRAL:::::

:::ANIMISMO::::

:::ANIMISMO::::

::::EN_CANTO:::::

:::TELE_MACHI::::

«bio-cósmico»

Una vez que el mundo verdadero se ha convertido en una fábula, el mundo de la
representación que le ha acompañado como doble «se desmorona o tiende a
desmoronarse» permitiéndonos entrever, aquí y allá, fragmentos de un cosmos
no representativo que es puramente productivo, compositivo, maquínico, deseante en sí
mismo: «campo sub-representativo», mundo como «elemento molecular nohumano
»compuesto por «objetos parciales y flujos». Esta imagen de
un «mundo de producción salvaje y de deseo explosivo» o de «comunicaciones
transversales», imagen del mundo de un inconsciente «bio-cósmico» según
Deleuze, responde a una pregunta de extrema importancia: ¿qué condiciones
debemos considerar adquiridas de entrada para que los auténticos problemas puedan
surgir?. Para el gusto de Deleuze, constituyen esas condiciones previas la
inmanencia, los acontecimientos virtuales o singularidades y las relaciones que éstas
establecen como fuerzas de la vida

síntesis disyuntiva

individuaciones sin sujeto

El mundo de Deleuze es un mundo de procesos de actualización en el que
las esencias son, más que estable determinación de las cosas, «haecceidades» definidas
como elementos últimos de libre relacionalidad, como «individuaciones sin sujeto». No se
trata exactamente de una física filosófica ni de una metafísica tradicional, sino más bien de
un apasionado ejercicio ontológico que consiste en convertir a las individuaciones, a los
existentes, en síntomas afirmativos de una inmanencia no individuada en sí misma, no
formada: «mundo de Empédocles, hecho de pedazos y fragmentos, cabezas sin cuello, ojos
sin frente, brazos sin hombros, gestos sin forma»

jueves, 3 de marzo de 2011

_Cristal del tiempo_


No existe un todo preexistente
a las partes que lo constituyen contemporáneamente. «Hemos dejado de creer en un todo
como interioridad del pensamiento, aunque sea un todo abierto; creemos en una fuerza del
afuera que se ahueca, nos atrapa y atrae al interior» (IT 276). Propósito de Deleuze fue
constituir, en efecto, una teoría de las multiplicidades que explicase por medio de
conceptos la interacción de lo virtual y de lo actual. Si, en su fuerza indeterminada, no es
tanto misión de la filosofía explicar lo existente, sino en mucha mayor medida derrocar lo
dado, entonces debe ésta crear una zona de indiscernibilidad entre lo dado y lo que no lo
es, propiciando de este modo su intercambio. Deleuze da a ese lugar de comunión el
nombre de «cristal del tiempo», «circuito» o «pliegue» entre lo virtual y lo actual. Lo que se
pone entonces en juego es la objetividad misma en una versión impetuosa del ingreso de lo
virtual en el estado de las cosas.

_Individuaciones_en_la_presencia_

Si intentamos comprender
las individuaciones en la presencia como tal, entonces no hemos llegado aún a las
condiciones de su experiencia real, no hemos penetrado aún en la «materia genealógica en
bruto» o «cuerpo sin órganos» energético. Nuestra inspiración no es aún
spinozista. Nos hallaríamos todavía en lo trascendental, en el ámbito de las individuaciones
ya constituidas que esperan pasar a la presencia sin diferenciarse; nos hallaríamos así en una
esencia preexistente de la que derivaría una existencia idéntica y sin sobrevenir en un
proceso inmanente de composición.

:::NO FORMADO:::::


lo real
en sí es una materia no-formada, una sustancia en proceso con atributos no previamente
asignados.
G.Deleuze